Los metales (no todos) se pueden pavonar manualmente, la manera más antigua de acabado de metales, el resultado final es espectacular, delicado y fino. No lo supera ninguna pintura. Es único.

¿Qué es?
Es como si fuera una pintura muy dura que formara parte del metal mismo. Si bien la gama de colores no son muchos si son varios los tono que quedan interesantes. Este tipo de acabado se ve en las armas especialmente, y más en las armas antiguas.
¿Quiere practicar?
Comience un objeto que le guste y use después, no será poco el trabajo para malgastarlo en algo que no sirve de nada. De cualquier manera podrá probar donde quiera sino desea arriesgar el objeto.
Como ud (y nosotros) sabemos poco y nada de temple de los metales probemos a pavonar un atizador de estufa, o algún candelabro metálico, etc.
Consiga aceite quemado de auto (no necesita mucho). El aceite que los autos quitan cada tantos kilómetros del carter. También puede usar aceite nuevo, cualquiera de automóvil. Cuanto más espeso mejor.
Fuego
Puede usar una garrafa de gas y/o un soplete para calentar el objeto. Si es grande hágalo en partes dominables. Tenga en cuenta que el calor tiende a disiparse por el metal, así que tarde o temprano se calentará todo el objeto, por esto debe conseguir guantes de cuero rústico / grueso.
Lo último es un trapo usado absorbente (que no contenga fibras sintéticas) que impregnará con el aceite quemado que seguramente le regalaron en la estación de servicio.
Comience a calentar el objeto hasta que quede rojo (sin exagerar). Sáquelo del fuego y de inmediato pase encima (y alrededor) del objeto el trapo embebido con aceite quemado (no lo sumerga que no sirve … paciencia).
Algo de humo y olor a quemado y en 3 o 4 pasadas comenzará a ver que
el metal empieza a adquirir un tono raro, amarronado por momentos y
tornasolado dependiendo de la luz y del calor. También aunque no lo
crea, se consigue llegar a un azul muy bonito, pero no sabríamos decirle
que tipo de metal llega a ese color.
Pruebe y si consigue llegar al extremos de dominar los tonos, escríbanos.
A partir de la 8 o 7 pasada de aceite al objeto intente llegar con calor al color deseado. Si lo calienta bastante verá que en unos momento se pondrá azul, rojo, anaranjado, cobrizo, azulado, etc, si usted lo retira siempre en el mismo tono verá que se consigue un color que no es el mismo que si lo deja o la quita antes de llegar al color. Por supuesto algunas veces verá un azul brillante pero no será el que quede al final sino un tono azulado un poco más oscuro.